9.04.2009

A los 23 años...

...No soy una niña, tengo tres años de no ser una adolecente y aun no soy (tan) adulta, sin embargo…

… Aun me como las uñas en parciales, hay días en que no me dan ganas de peinarme, juego foot ball y game cube cuando tengo que hacer trabajos de la u.

Peleo por querer tener la razón, me cuesta aprenderme los nombres, grito cuando me desespero, me rio sin razón, lloro de felicidad..

Todavía creo en el amor aunque diga que todo me parece cursi.

Aun lloro por el huérfano que no tiene padres, por los desamparados sin techo, por las injusticias, por la masacre de El Mozote y El Sumpul, pero aun más por aquellos que no han oído de Jesús...

A través de estos años he cometido muchos errores, no he medido las consecuencias de mis acciones y mas de alguna vez me he pasado llevando de encuentro mi propia vida, sin embargo...

He aprendido que la felicidad no se consigue manipulando a otros a que hagan lo que me hace feliz, que la felicidad no se consigue a costa de la tristeza de otro y sobre todo que la felicidad no lo es todo en la vida.

He aprendido que la vida se construye de decisiones y por ellos debo permitirme oír la voz de Dios.

He aprendido a no tener miedo a equivocarme, no tener miedo al miedo, ni a la inseguridad. No importa cuanto suba o baje de peso, hay cosas que la belleza no puede conseguir. No importa “lo que me falte”, lo que tengo no me lo merezco, sin embargo Dios me lo ha dado para poder disfrutarlo.

No importa cuán mala crea que es una persona, esa persona sigue necesitando de Jesús. He aprendido que aquellas personas que menos merecen ser amadas, son las que más lo necesitan.

He aprendido que no importan cuantas veces el mismo amigo(a) me busque por el mismo problema, no necesita que le aconseje sino sólo que le escuche una vez más.

No importa cuanto me cargue una persona, no soy su redentora ni Dios para cambiarlo(a), pero si su amiga para orar por su vida.

He aprendido a no atar mi vida a nadíe. Así como he aprendido que amar no es controlar, manipular, desconfiar, ni chantajear sino dar libertad, apoyar, respetar y ser feliz con lo que el otro le hace feliz, también he aprendido que amar no es ponerme como objeto, sino que amar incluye estar consciente de mi valor como persona lo suficiente, para saber el lugar y el momento de moverme cuando de darme mi lugar se trate.

No importa cuanto grite o asegure el evolucionismo que venimos del mono, Yo voy a seguir creyendo en Dios. Hay cosas que la ciencia no puede explicar y la misma ciencia está sujeta a Dios. He aprendido que alguna gente le va caer mal mi devoción y mi creencia en Dios, y no por ello voy a cambiar.

El comunismo no es el diablo, ni el capitalismo es de Dios ambos llevan muchas vidas y sangre en sus manos. He aprendido que ni la política, ni la religión pueden darle respuesta a los grandes problemas de la humanidad.

He aprendido que no importa los problemas ni las discrepancias con mi familia, siguen siendo mi familia. Mi papá, mi mamá son humanos con problemas y necesidades que sólo Dios puede llenar y yo como hija puedo devolverles un poco de lo mucho que han hecho por mi y mis hermanos.

No importa cuántos años pasen, hay amigos que nunca se olvidan, que marcan huellas, que desaparecen físicamente pero que siguen presentes. Hay amigos que son para siempre y algunos simplemente son invaluables.

He aprendido que haber comprendido todo esto no me hace mejor persona, y que voy a seguir aprendiendo y voy a seguir fallando...PERO he aprendido que no importa cuantas veces me equivoque tengo la certeza que Dios nunca me dejará = )

2 comentarios:

Raúl Marín dijo...

Esto me ha encantado. También es de las que me caen bien. :D

Jonathan Brizuela dijo...

Te aseguro que esto no te lo revelo carne ni sangre!!